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Una visión del pasado, del presente y del futuro recopilada entre los periodistas, cientificos, e intelectuales argentinos : La brújula política está dedicada al estudio y a la reflexión crítica sobre la realidad.

21/6/10

El análisis
Un espejo de los Kirchner
Carlos Pagni


Deberán pasar unas semanas para que se despeje la incógnita de la designación de Héctor Timerman como nuevo ministro de Relaciones Exteriores de la Argentina. Se trata de saber si los Kirchner decidieron abrir en la Cancillería una ventana al exterior o instalar allí un espejo que les refleje su propia imagen, un eco que repita su propia voz.

La duda cabe por razones que resultan obvias. En los últimos tiempos, Timerman asumió de manera tan apasionada la defensa del kirchnerismo que llegó a convertirse en una especie de talibán. Las cruzadas del nuevo canciller no estuvieron ligadas a sus funciones de embajador en Washington, sino a sus verdaderas obsesiones: los medios de comunicación y la política de derechos humanos. De unos meses a esta parte, Timerman se envolvió en la sotana de Gran Inquisidor para contribuir a la impugnación que el Gobierno hace de sus críticos, o de sus antiguos aliados, con argumentos ad hominem fundados en selectivas tareas de arqueología.

¿Cómo hará convivir ahora esa propensión a dar batalla con su condición de jefe de la diplomacia? ¿El Palacio San Martín se convertirá, a partir de hoy, en un centro de combate? Tal vez sean preguntas mal planteadas y el reemplazo de Jorge Taiana signifique que la Cancillería fue despojada de una vez por todas de sus funciones específicas para quedar consagrada a la polémica doméstica.

La salida de Taiana inspira tantos interrogantes como la designación de Timerman. La versión paraoficial señala que el ex ministro dimitió después de que Kirchner le reprochara, en una discusión arrebatada, el nuevo callejón en que se encuentra el conflicto con Uruguay. En efecto, el presidente José Mujica respondió a la pretensión de un monitoreo ambiental binacional de la planta de UPM -antes llamada Botnia-, proponiendo un examen sobre la contaminación que afecta al río Uruguay desde ambas orillas, en el que interveniera también Brasil, el otro Estado ribereño. La contraoferta supone investigar pasteras, curtiembres y campos regados de glifosato localizados en la Argentina. También implica involucrar a los brasileños, para que haya una tercera opinión en los dictámenes.

El secretario general de la Unasur no se habría enfadado tanto con esa réplica como con su publicación en los diarios argentinos, que imputó a Taiana. Fuentes oficiales coincidían anoche en que el canciller ofreció su renuncia después de que Kirchner lo llamara "desleal". Sin embargo, el propio funcionario se encargó de consignar que su cambio de palabras fue con la Presidenta, no con su esposo.

Del alejamiento de Taiana hay otra versión. El motivo de la discordia sería la citación del embajador Eduardo Sadous a la Comisión de Relaciones Exteriores de Diputados, para que declare sobre las presuntas coimas que se habrían cobrado a los pequeños y medianos empresarios que pretendían exportar sus mercaderías a Venezuela. Varios kirchneristas ultras reprocharon a Taiana cierta prescindencia frente a esta amenaza opositora. Acaso tengan razón. El ministro ha evitado dar la cara por la hermandad bolivariana. Esa defensa quedó a cargo de Julio De Vido.

Hay un dato que respalda esta lectura, según la cual Taiana se marchó por el escándalo venezolano y no por la crisis oriental: anteanoche Sadous fue autorizado por la Cancillería para asistir al Congreso. Durante la mañana de ayer, la Dirección de Personal de ese ministerio informó que no había obstáculo alguno para esa diligencia. Como adelantó LA NACION, a partir de la declaración de Sadous, la oposición pretende crear una comisión investigadora sobre la relación entre Buenos Aires y Caracas en los últimos siete años. Habrá que ver qué actitud adopta Timerman frente a esta encrucijada.

Más allá de los detalles del desenlace de ayer, las diferencias del canciller con sus jefes eran antiguas, ya que él se sentía ignorado en materias de su competencia. En el conflicto comercial con China, por ejemplo, Cristina Kirchner se plegó al enfoque de la ministra de Producción, Débora Giorgi, con el que Taiana disentía. El endurecimiento de las relaciones con Gran Bretaña por la explotación de petróleo en las aguas circundantes a Malvinas tampoco encontró en él a un abogado convencido. Y la gestión para entronizar a Kirchner en la Unasur le fue confiada a la diplomacia paralela que ejerce, desde una oficina del área presidencial, el ex guerrillero Rafael Follonier. En los últimos dos años, Taiana eludió cubrir algunas vacantes de la burocracia a su cargo para evitar que la Presidenta designara a funcionarios que a él le resultaban antipáticos (la Subsecretaría de Política Exterior y las embajadas en Londres y en Roma, por ejemplo). Entre sus principales colaboradores hay también quienes quieren alejarse. Es el caso del secretario de Relaciones Exteriores, Victorio Tacetti, que aspira a convertirse en embajador ante la OEA. Follonier fue sondeado anoche para ocupar el cargo de Tacetti.

Con la repatriación de Timerman, Cristina Kirchner promovió a alguien de su propio círculo, no del de Kirchner. Cuando era cónsul en Nueva York, este funcionario ofició como el cicerone de la entonces primera dama en esa ciudad. Timerman está entre los pocos kirchneristas que hablan inglés, y eso lo ayudó también a convertirse en asistente -sherpa- de la Presidenta en las reuniones del G-20. Esas funciones lo encontrarán el lunes que viene en Toronto. Allí, el sucesor de Taiana despejará la principal incógnita de su nuevo destino, es decir, sabrá lo que sus superiores esperan de él: si la guerra o la paz.

Fuente: Un espejo de los Kirchner, por Carlos Pagni - La Nación - 19/06/10
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20/6/10

Opinión
Otra batalla que está ganando Kirchner
Por Luis Majul

Néstor Kirchner no sólo está ganando la batalla para hacer creer a mucha gente que es invencible. También está ganando otra pelea crucial: la del uso de la palabra y el sentido que se le da a lo que se dice o escribe. Por supuesto, ni una ni otra cosa son verdades irrefutables: sólo percepciones de la realidad. Sin embargo, genera euforia entre los kirchneristas e impotencia y decepción entre los que no lo son. Y, además, desnuda la ineficacia de la oposición para fijar su propia agenda del lenguaje. (Y también la incapacidad de la misma oposición para ejecutar la acción que corresponde a ese lenguaje).

De tanto repetirlo, el kirchnerismo se ha apropiado, entre otros, de los siguientes términos: "funcional a la derecha", "el monopolio", "corporación mediática", "gorila", "partido judicial", "partido del ajuste" y "vende patria". También de los vaticinios políticos ("Lo que puede venir es peor de lo que hay"). Pero, además, se ha adueñado de otras falsas ideas, un poco más complejas, y cuyas consecuencias son más graves. La más extendida se podría resumir así: "En todos los gobiernos hay un poco de corrupción y en este también. Son errores del sistema. Es más importante la lucha contra los grupos concentrados y las cien familias que siempre mandaron en la Argentina que denunciar los casos de corrupción en los que se monta la derecha para tirar pálidas y aceitar la máquina de impedir".

Por supuesto, con cada uno de esos términos que los comunicadores oficiales usan para descalificar se podrían explicar las conductas del propio kirchnerismo.

El clientelismo, la corrupción, la persecución a políticos, empresarios, sindicalistas y periodistas no kirchneristas que ejerce esta administración son prácticas típicas de la derecha autoritaria. Desde este punto de vista, no cabe ninguna duda de que los que apoyan a Kirchner y a la presidenta Cristina Fernández sin denunciar sus errores de gestión o los delitos que se cometen bajo su protección política, son "funcionales a la derecha".

De la misma manera, nadie se escandalizaría con la afirmación de que, a esta altura, hay una suerte de "corporación mediática" oficial y paraoficial cuya misión fundamental es descalificar y destruir todo lo que no sea K y defender y profundizar "el modelo" impulsado "por el mejor gobierno de toda la historia de la Argentina".

A su vez, al supuesto "partido judicial" que, según el ex presidente, "impide que la Argentina avance" le corresponde otro, formado por fiscales, jueces y camaristas que constituyen otro "partido judicial", pero de signo diferente. Es decir, "funcional al poder de turno". Se trata de magistrados que inventan causas, como el destituido Federico Faggionato Márquez, o las direccionan, como el polémico y controvertido Norberto Oyarbide, sólo por citar los dos casos más evidentes.

Así, a muchos kirchneristas fanatizados les entraría como anillo al dedo el mote de "gorila" porque todavía siguen culpando al peronismo de todos los males de la Argentina. O muchos militantes K podrían calificar a Kirchner y Fernández de "vende patrias", al pagar la deuda externa por anticipado, permitir la venta de YPF, terminar de destruir los Ferrocarriles Argentinos o haber apoyado el indulto cuando Carlos Menem lo ordenó.

Lo que cuesta entender es por qué prestigiosos periodistas que influyeron en generaciones enteras de colegas con la potente idea de que la corrupción era inherente al modelo que proponía Menem, ahora piensan que hay una corrupción mejor, más justificable o digna de ser ignorada. O por qué filósofos que llegaron a criticar los delitos de esta administración, de un día para el otro dejaron de hacerlo, a cambio de un programa en un buen canal del Estado o de unas cuantas audiencias con el ex presidente, la Presidenta o los ministros más importantes.

En ese sentido, Kirchner jugó otro partido difícil y también ganó. Utilizó su insuperable "detector de resentimientos" y sedujo a una importante cantidad de resentidos, con razón o sin ella. Resentidos contra la sostenida prepotencia de algunos directivos del Grupo Clarín. Resentidos porque no encontraron el lugar que suponen se merecen dentro del Estado, la cultura, la política y los medios de comunicación. Resentidos contra los intelectuales que no compran el paquete completo del ideario kirchnerista. Resentidos contra los periodistas que se atreven a cuestionar el discurso único del poder oficial. Todo este importante ejército de resentidos juega ahora al lado de uno de los políticos más resentidos de este país.

Pero el éxito de Kirchner no se explica sólo por la apropiación de las palabras. Se justifica también en la mística que logró transmitir al núcleo duro de sus seguidores. Y la carencia de sueños y de horizonte que se advierte en la mayoría de los líderes de la oposición.

¿Le alcanzará esa mística para esconder la verdad de los hechos y convencer a la mayoría de que se trata de un ex mandatario valiente, de alguien que necesita seguir gobernando para liberar a los argentinos del yugo de los poderosos?

Solo por dar un ejemplo: el ex secretario de Transporte, Ricardo Jaime, al que todos los días le adjudican una nueva propiedad, no es un militante de los derechos humanos, ni un hombre con ideas progresistas, ni alguien a quien se pueda definir como un patriota del Bicentenario. Jaime fue, hasta que renunció un hombre de máxima confianza de Kirchner. Alguien que reportaba solamente a él.

Fuente: Otra batalla que está ganando Kirchner, por Luis Majul - La Nación - 02/06/10
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Mes a Mes, una visión tanto política como cultural

~ Nuestra Agenda ~

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Actividades tanto Políticas como Culturales, organizadas y/o propuestas por Jóvenes por la Iguadad Córdoba.

El Video Político Argentino: "Nuestra Constitución Nacional"

Preambulo de la Constitución Argentina: con voz de Jorge Lanata, del programa televisivo "Día D" (Canal América), 2001.

¿Cuando demandamos como sociedad, que la clase politica la respete?..Deberiamos aprender que ningun hombre tiene que estar por encima de ella, esa es la base de la igualdad de todos ante la ley...Pensar que deciamos en el 2001, "que se vayan todos", y aparecio más de lo mismo, Néstor Kirchner (se sabia en Santa Cruz ya quien era, como se manejaba), y luego su mujer, Cristina Fernandez de Kirchner, y con ellos, volvieron muchos más, la impunidad, la corrupción...¿Cuando aprenderemos a elegir a "nuestros representantes"?, ¿Cuando aprenderemos a votar algo distinto?...Hagamonos cargo de nuestro errores y de nosotros depende defenderla hoy, hacerla cumplir.

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